jueves, 12 de julio de 2012

La Deontología en Psicología


Los psicólogos ayudan a las personas a gestionar sus sentimientos y emociones, por lo tanto, es esencial que, como  profesionales, tengan una actitud extremadamente ética  a  la hora de ejercer su profesión. No podemos  obviar que el psicólogo es el único profesional que es capaz de conocer los aspectos más íntimos de sus pacientes, por lo que debe ser capaz de evaluar en cada momento la actuación justa y correcta frente al que solicita ayuda y, por supuesto, ser un ejemplo de la conducta adecuada.
El Consejo General de Colegios Oficiales de Psicólogos de España establece un código éticoespecífico para los profesionales de la psicología, destinado a  servir como regla de conducta profesional, en el ejercicio de la Psicología en cualquiera de sus modalidades, en connivencia con la Constitución y con la finalidad de conseguir "el bienestar, la salud, la calidad de vida, la plenitud del desarrollo de las personas y de los grupos, en los  distintos ámbitos de la vida individual y social".
Este código ético trata no sólo del ejercicio de la práctica profesional en sentido estricto, "intervención", sino también de la relación con otros profesionales, las condiciones de la investigación y docencia, la publicidad y los honorarios y remuneración, así como las garantías precesales.
El ejercicio de la psicología hace intervenir a sus profesionales en la solución de múltiples dilemas éticos de muchos de sus pacientes. En este sentido, el psicólogo debe incorporar en su conducta personal y profesional ciertos aspectos éticos, que enumeramos a continuación:
  • El psicólogo debe, ante todo, tener conciencia de la información escrita que intercambie con sus colegas.
  • También debe abstenerse de cometer intrusismo profesional.
  • Para poder ofrecer un buen nivel de efectividad profesional, el psicólogo debe actualizar continuamente susconocimientos, tanto en teorías como en técnicas psicológicas.
Además, el psicólogo debe ser consciente de que es una persona pública, que puede ejercer una importante influencia en sus pacientes, por lo que debe mantener una conducta moral y social ajustada, y actuar en consecuencia. Esto implica, por lo tanto, no criticar a los colegas en público y mantener  buenas relaciones interpersonales, entre otras cosas.
Igualmente, el psicólogo no  puede olvidar que es guardián del secreto profesional, con lo que solo puede violarlo ante inminentes daños para el paciente u otras personas. En lo normal debe limitar el acceso a lahistoria clínica y otros documentos legales del paciente y solicitar autorización del paciente para divulgar sus datos a otros profesionales con fines justificados desde el punto de vista científico. Estas acciones, entre otras, le ayudarán a ganarse la confianza del paciente dándole seguridad en su discreción.

Autor: MundoPsicologos.com

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